Fuimos humillados por Alemania, nos volvemos a casa con las manos vacías, un 4 a 0 muy difícil de olvidar.
Fue como lo imaginaba, como tenía que ser, no podíamos jugar así golpe por golpe, piña por piña, teníamos para hacer la de Carlos Monzón, especular unos rounds hasta que pase lo peor y ahí contragolpear, pero no, Maradona se encaprichó que debíamos jugar con 3 delanteros y regalarle el mediocampo a los Panzer Alemanes, así nos fue nos comimos no una piña sino 4 como las que pegaba el gran Muhammad Alí, como la de esta foto aquí debajo contra Joe Frazier, tiramos por la borda otro mundial, otra buena camada de jugadores, no quiero más técnicos que mueren con una sola forma de jugar, que no toman recaudos de los adversarios (sobre todo si son de la misma jerarquía), que se encaprichan con una formación porque ganó unos partidos, BASTA, hoy es hora de duelo, de dejar pasar unos días antes de analizar a fondo que nos pasó, queda la belleza del golpe de Alí, que también tenía piernas para bailar sobre el ring y estrategia (un técnico maravilloso además, Angelo Dandee) para ser campeón del mundo, todo lo que le faltó a la selección Argentina.
Festejo Alemán y un banco Argentino que no reaccionó a tiempo para cambiar la historia, no estuvieron a la altura de las circunstancias
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