Cuando el periodista argentino Jacobo Timerman, vendió su revista argentina Primera Plana, se dedicó a otra publicación: la revista Confirmado.
Confirmado fue una revista que , como Primera Plana, también estuvo llamada a formar parte de esa especie de conjura contra el presidente argentino del momento Arturo Illia. La revista hizo su aparición pública en 1965 y siguió con el estilo narrativo e informativo de Primera Plana. Produjo una fuerte polémica desde sus primeros números. Claramente del lado de los militares, atacó sistemáticamente al gobierno democrático instalado en el poder desde 1963.
Junto con Rodolfo Mario Pandolfi, también proveniente de la redacción de Primera Plana, Timerman llevó a cabo una desenfadada campaña a través de las páginas de su revista en apoyo del General Juan Carlos Onganía como el posible y necesario gobernante ante el gobierno del radicalismo.
La revista Confirmado fue transformadora a la hora de imponer estilos y formas de narrar las noticias como lo fue Primera Plana es su momento. Contó con un plantel de periodistas de excelencia como Bernardo Verbitsky, el único periodista que entre mayo y noviembre de 1966, tuvo una columna con su foto en la revista. Verbitsky fue el primero en utilizar el término Villa Miseria para referirse a los asentamientos urbanos marginales y precarios, que rodeaban a la capital de Argentina.
Por su redacción también pasaron grandes nombres como Mariano Montemayor como editorialista, José Güiraldes, Rodolfo Terragno, el escritor Osvaldo Soriano, Miguel Briante, Leonardo Bettanin, Luis Guagnini, Carlos Ulanovsky, Andrés Bufali, Andrés Ariza, Horacio Agulla, Emilio J. Corbiere, la escritora Sara Gallardo, Horacio Verbistky y el teniente coronel Alberto Garasino entre tantos otros. En Confirmado, con el mismo estilo ideado por la revista Primera Plana, las notas eran firmadas, su formato fue similar. En sus páginas iniciales, se destacaba la información cultural con una Guía de actividades estructurada en torno a la música, el cine, las listas de ventas de libros, los lugares de ocio.Y en un avance, se anunciaba lo ocurrido en la semana y lo que habría de ocurrir en la siguiente. Luego una sección que se denominaba «Punto y Coma», se solían citar frases textuales de aquellos agentes culturales o políticos que habían tenido una cierta trascendencia durante esos días. Pasadas estas páginas presentación, la revista privilegiaba en lugar central la editorial de la semana.
A continuación comenzaba la revista propiamente dicha. Una revista de actualidad dirigida a la clase media con inquietudes intelectuales, antiperonista, identificada con los gobiernos fuertes en lo político, mientras que en lo cultural, propiciaba el consumo de aquellas tendencias de moda en Europa por aquellos años. También tenían su lugar las variadas expresiones artísticas no masivas, generalmente para pocos y entendidos.
Además la revista continúo ofreciendo una nueva manera de hacer publicidad en sus páginas. Buscando lo diferente y creando también las pautas de una nueva manera de anunciar, buscando la audacia creativa, algo que por entonces era algo también novedoso en la Argentina de los años sesenta.
Jacobo Timerman dotó a Confirmado de una irreverencia y desenfado notables en lo político. En diciembre de 1965, y a pocos meses de estar en la calle, el título de tapa de la revista fue: «Onganía ¿Qué hará en 1966?» en una clara muestra del estado de ánimo de aquellos que querían un cambio de gobierno. En 1966, junto con la revista Primera Plana, apoyaron la clausura de la revista Tía Vicenta, la gran revista argentina de humor político por menospreciar la imagen del General Onganía como presidente adicto a las carrozas y al polo.
Confirmado, siguiendo la huella creada por Primera Plana, creó su propio espacio. Marcó una época y un periodismo distinto y al igual que Primera Plana, pronto sentiría los rigores de la censura. Pero todavía a Jacobo Timerman le faltaba su gran hallazgo periodístico que fue el periódico La Opinión, pero eso ya es otra historia. Con Confirmado compitiendo de igual a igual con revistas como Panorama y Primera Plana, los años sesenta tuvieron su cuota de audacias en lo referido a revistas argentinas.
Si bien situada en un núcleo social como la clase media que no comprendió cabalmente las transformaciones de la época a nivel mundial, se bastó para informar con el estilo impuesto por la revista Newsweek, que le sirvió como ejemplo y guía a la hora de armar sus proyectos editoriales.
Martín Visuara para D-REVISTAS |
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